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Viernes o Los limbos del Pac?fico - Tournier Michel - Страница 38


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Aplico mis manos a sus rodillas. Hago de mis manos dos rodilleras atentas a experimentar su forma y a recoger su vida. La rodilla, dada su dureza, su sequedad-que contrasta con la ternura de la nalga y de la corva-, es la clave de boveda del edificio carnal que el lleva en equilibrio viviente hasta el cielo. No hay temblor, impulso, duda que no arranque de esas tibias y moviles bisagras y que no regrese a ellas. Durante varios segundos, mis manos han podido apreciar que la inmovilidad de mi companero no era la de una piedra, sino, muy por el contrario, la resultante inestable, sin cesar implicada y recreada de un juego complejo de acciones y reacciones de todos sus musculos.

Log-book .- Camino en el crepusculo al borde del pantano, donde los tallos se entrechocan hasta el infinito, cuando veo que se acerca trotando a mi encuentro un cuadrupedo que me recuerda a Tenn. Reconozco inmediatamente que se trata de una gran hembra de jutia. El viento esta a mi favor y el animalillo -naturalmente miope- avanza con tranquilidad, sin sospechar mi presencia. Me hago tronco, roca, arbol, y espero que cruce ante mi y prosiga su camino. Pero no. Cuando se halla a cinco pasos, se queda quieta, con las orejas alzadas y la cabeza vuelta para observarme con su gran ojo brumoso. Despues, como un relampago, se da media vuelta y escapa como una exhalacion, no por entre las canas, en donde podria haber desaparecido inmediatamente, sino a traves del sendero por el que antes avanzaba y ya no es mas que una sombra saltarina, cuando todavia puedo escuchar sus pasitos resonando en las piedras del camino.

Intento imaginarme el universo de ese animal, cuyo prodigioso olfato viene a desempenar el papel importantisimo que juega en el hombre la vision. La fuerza y la direccion del viento -que al hombre le importan tan poco- desempenan en su caso un papel fundamental. El animal se encuentra siempre en el quicio de dos zonas que puede distinguir de modo desigual, o segun el lenguaje humano, «iluminadas» de modo desigual. Una de ellas esta sumergida en una oscuridad que resulta todavia mas densa en la medida en que la otra -aquella de donde sopla el viento- esta mas cargada de olores. Cuando no hay viento, esas dos mitades del mundo permanecen en un crepusculo turbio; pero, al menor soplo, una de las dos se ilumina con un rastro de luz que se convierte en un rastro de atencion desde que alcanza y sobrepasa al animal. Esos olores provenientes de la zona clara, por un poder de distincion formidable -comparable al poder diferenciador del ojo humano-, los identifica a millas de distancia como correspondientes a tal arbol, tal pecari o tal papagayo, o al mismo Viernes regresando a sus pimenteros, masticando un grano de araucaria y todo eso con la profundidad incomparable propia del conocimiento olfativo. Vuelvo a ver a nuestro pobre Tenn, cuando Viernes cavaba agujeros en la tierra. Con el hocico hundido en lo mas profundo de los terrones removidos estaba como borracho, corriendo y titubeando en torno a mi companero, mientras lanzaba pequenos jadeos atemorizados y voluptuosos. Se hallaba tan apasionadamente absorbido por aquella caza de los olores que ninguna otra cosa parecia existir para el.

Log-book .- Nada de sorprendente cuando pienso en el, excepto la atencion casi maniaca con que yo le observo. Lo que es increible es que haya podido vivir tanto tiempo con el, por decirlo de algun modo, sin verle. ?Como concebir esa in-deferencia, esa ceguera, cuando el es para mi toda la humanidad reunida en un solo individuo, mi hijo y mi padre, mi hermano y mi vecino, mi projimo, mi ajeno…? ?Estoy por eso obligado a hacer converger todos los sentimientos que un hombre proyecta hacia todos los que viven a su alrededor, sobre ese unico «otro»?, si no ?que seria de ellos? ?Que haria yo de mi piedad y de mi odio, de mi admiracion y de mi miedo, si Viernes no me inspirase al mismo tiempo piedad, odio, admiracion y miedo? Ademas esa fascinacion que el ejerce sobre mi es en gran parte reciproca y he tenido la prueba de ello en varias ocasiones. Antes de ayer concretamente, me encontraba adormecido sobre la playa, cuando se acerco a mi. Permanecio de pie durante largo rato contemplandome: negra y flexible silueta sobre el luminoso cielo. Luego se arrodillo y comenzo a examinarme con una extraordinaria intensidad. Sus dedos se perdieron en mi rostro, palpando mis mejillas, familiarizandose con la curva de mi barbilla, experimentando la elasticidad de la punta de mi nariz. Me hizo levantar los brazos por encima de mi cabeza e inclinado sobre mi cuerpo lo fue reconociendo pulgada a pulgada con la atencion de un anatomista que se prepara a disecar un cadaver. Parecia haber olvidado que yo tenia una mirada, una respiracion, que habia preguntas que podian plantearse a mi espiritu, que podia embargarme la impaciencia. Pero yo habia comprendido perfectamente esa sed de lo humano que le impulsa hacia mi para osar contrariar su accion. Al final sonrio, como si saliera de un sueno y se diera cuenta de pronto de mi presencia y, agarrando mi muneca, coloco su dedo sobre una vena violeta, visible a traves de la piel nacarada, y me dijo con un tono de falso reproche: «?Oh! Se ve tu sangre.»

Log-book .- ?Me hallo en disposicion de retornar al culto del sol al que se entregaban algunos paganos? No lo creo, y ademas no se nada con precision de las creencias y de los autenticos ritos de aquellos legendarios «paganos» que quiza no han existido mas que en la imaginacion de nuestros pastores. Pero es cierto que al flotar en una soledad intolerable que no me dejaba elegir mas que entre la locura o el suicidio, he buscado instintivamente el punto de apoyo, que no me proporcionaba en absoluto el cuerpo social. Simultaneamente, las estructuras construidas y mantenidas en mi por el trato con mis semejantes, se desplomaban y desaparecian. De este modo me veia conducido a traves de sucesivos tanteos a buscar mi salvacion en la comunion con los elementos, convirtiendome yo mismo en elemental . La tierra de Speranza me proporciono una primera solucion duradera y viable, aunque imperfecta y no carente de peligros. Luego aparecio Viernes y, aunque se plego aparentemente a mi reinado telurico, lo fue minando con todas las fuerzas de su ser. Sin embargo, habia una via de salvacion, porque si Viernes rechazaba con repugnancia y absolutamente a la tierra, era tan elemental por su nacimiento, como yo mismo habia llegado a serlo por la casualidad. Bajo su influencia, bajo los sucesivos golpes que ha ido asestandome, he ido avanzando en el camino de una larga y dolorosa metamorfosis. El hombre de la tierra arrancado de su agujero por el genio eolico no se ha convertido a su vez en genio eolico. Habia densidad dentro de el, demasiadas cargas y maduraciones muy lentas. Pero el sol ha tocado con su varita de luz a esta gruesa larva blanca y blanda, oculta en las tinieblas subterraneas, y se ha convertido en falena con su torax metalico, con las alas espejeantes por el polvillo de oro; se ha convertido en un ser solar, duro e inalterable, pero de una turbadora debilidad, cuando los rayos del astro-dios no le alimentan.

Log-book .- Andoar era yo. Aquel viejo macho solitario y testarudo con su barba de patriarca y sus melenas sudorosas de lubricidad, ese fauno telurico asperamente enraizado con sus cuatro pezunas hendidas en su montana rocosa, era yo. Viernes sintio en seguida una extrana amistad hacia el y se inicio un cruel juego entre los dos. «Voy a hacer volar y cantar a Andoar», repetia misteriosamente el araucano. ?Pero para que se produjera la transformacion eolica del viejo cabron, ?a que pruebas tuvieron que someterse sus despojos?!

El arpa eolia. Siempre encerrado en el instante presente, absolutamente refractario a los pacientes procesos que se desarrollan por acoplamiento de sucesivas piezas, Viernes, con una infalible intuicion, encontro el unico instrumento de musica que respondia a su naturaleza. Porque el arpa eolia no es solo un instrumento elemental al que hace cantar la rosa de los vientos; es tambien el unico instrumento cuya musica, en vez de desarrollarse en el tiempo, se inscribe toda entera en el instante. Se pueden multiplicar sus cuerdas y dar a cada una la nota que se desee y al hacerlo se compone una sinfonia instantanea que estalla desde la primera a la ultima nota desde que el viento ataca al instrumento.

Log-book .- Le veo desprenderse riendo de la espuma de las olas que le banan y una palabra me viene a la cabeza: la venustidad. La venustidad de Viernes. No se exactamente lo que significa ese substantivo bastante raro, pero esa carne resplandeciente y firme, esos gestos de danza contenidos por el abrazo del agua, esa gracia natural y alegre la hacen aflorar irresistiblemente a mis labios.

No es mas que un eslabon en una cadena de significados, cuyo centro es Viernes y que yo intento desentranar. Otro indice es el sentido etimologico de Viernes. El viernes es, si no me equivoco, el dia de Venus. Anado que para los cristianos es el dia de la muerte de Cristo. Nacimiento de Venus, muerte de Cristo. No puedo impedir un presentimiento que se desprende de esta coincidencia, evidentemente fortuita, un alcance que por ahora me sobrepasa y que asusta a esa parte que todavia queda en mi de puritano devoto.

El tercer eslabon me lo proporciona el recuerdo de las ultimas palabras humanas que me fue dado escuchar antes del naufragio del Virginia . Aquellas palabras que de algun modo fueron el viatico espiritual que me concedia la humanidad antes de abandonarme a los elementos, deberian haberse impreso con letras de oro en mi memoria. ?Pero, sin embargo, no me quedan de ellas mas que retazos confusos e incompletos! Eran, creo, las predicciones que el capitan Pieter Van Deyssel leia -o pretendia leer- en las cartas de un tarot. Y el nombre de Venus aparecia repetidas veces en aquellas nociones tan desconcertantes para el joven que yo era entonces. ?No anunciaron acaso que, tras convertirme en ermitano en una gruta, seria sacado de alli por la llegada de Venus? Y aquel ser, salido de las aguas, ?no debia transformarse en arquero que arrojaba sus flechas hacia el sol? Pero eso no es lo que mas importa. Puedo ver confusamente una carta en la que dos ninos -dos gemelos, dos inocentes- se cogian de la mano ante un muro que simboliza la ciudad solar. Van Deyssel comento aquella imagen, hablando de sexualidad circular, cerrada sobre si misma, y habia evocado el simbolo de la serpiente que se muerde la cola.

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